Juan Daniel
se despertó con el sonido de su celular, la alarma le martillaba la
cabeza. Tomó el iPhone y lo apagó sin
abrir los ojos, se estiró dentro de la cama y poco a poco el resto de su cuerpo
fue despertando. Salió de la cama y se
fue directo al baño, nunca una semana se le había hecho tan difícil, y apenas
era martes.
Entre la resaca y el cargo
de conciencia, por haber vuelto a caer en las garras de Sharon, sentía que su
cuerpo era como un montón de masa que costaba controlar.
Se duchó y vistió por inercia, cuando salió
de su habitación Sergio seguía dormido.
- Hermano vas a la universidad? – preguntó a una puerta cerrada.
- No!!! – se escuchó detrás de la puerta a un Sergio adormilado.
- Ok me llevo el auto - escuchó otro gruñido en señal de afirmación.
Qué más quisiera yo que poderme quedar echado en la cama como Sergio, pero a
diferencia de él yo tengo una beca que mantener, solo tres meses más y
terminamos el posgrado, después pondremos nuestra propia empresa.
Prendió la
radio y empezó a saltar de una emisora a otra buscando algo que le gustara, de
repente la voz de El Puma cantando el bolero Señora Bonita, trajo de nuevo a Beatriz a su mente.
No pudo
concentrarse en sus clases toda la mañana, su mente tenía vida propia y lo
único que hacía era recordar todo lo que había pasado el viernes con
Beatriz y sobre todo su rostro que ya se
lo había memorizado, sus ojos verde aceituna llenos de esa tristeza tan profunda, su piel besada por el sol y sus
labios, esos labios que se moría por sentir y saborear porque estaba seguro que serían más dulces que
la miel.
Salió de la
universidad y condujo sin rumbo fijo, debía olvidarse de ella.
Sino estuviera casada, si fuera soltera no
dudaría en ir hasta su casa y presentarme así sin más, aunque creyera que estoy
loco.
Estaba
perdido en sus pensamientos cuando se sorprendió al verse bajo el edificio de
Beatriz, parqueó el carro y se quedó sentado en el auto viendo hacia la entrada
del edificio, esperando verla salir, pensando qué le diría cuando la viera otra
vez.
No sabía
cuánto tiempo había pasado parqueado allí, pero no podía continuar así. Debía
buscar una forma de que su mente dejara de pensar en ella y se ocupara en algo
más. Así que tomó el celular y llamó a su gran amiga, ella de seguro podría
ayudarlo. Al tercer timbrazo, una voz cálida le contestó.
- Juanda, y ese milagro??
- Hola Gloria, perdona la llamada debes estar ocupada – dijo mientras no dejaba de mirar la entrada del edificio.
- Tranquilo, sabes que para ti siempre tengo tiempo
- Necesito pedirte un favor – su voz empezaba a sonar desesperada.
- Por supuesto, para que soy buena – el tono de la voz de Juan Daniel había alertado a Gloria
- Sé que todavía faltan 3 meses para los ensayos del concierto de fin de ciclo, pero necesito urgentemente tener mi cabeza ocupada – tomo aire y continuó – y quería saber si tenías algún alumno con el que pueda empezar a trabajar desde ya.
- Qué pasa Juanda??? – el tono de Gloria era preocupado, él no era de los que la buscara, normalmente era al contrario, ella era quien necesitaba de su ayuda todos los años y él nunca se había negado a ayudarla.
- Es una larga historia, prometo contártela mientras tomamos un café, cuando nos veamos – con ella no tenía secretos, era como su mamá en esa ciudad, siempre le había inspirado la confianza para ser realmente como él era, sin máscaras ni poses.
- Que te parece si te pasas por mi oficina en cuanto puedas. Tengo en mente a alguien que es como un diamante en bruto, al que solo hay que saber pulir.
- En unos 30 minutos estoy allá, te parece????
- La premura de JuanDa la tomó por sorpresa, pero a él no podía negarle nada, era como un hijo para ella -De acuerdo te espero
Juan Daniel cortó la llamada y se dirigió hacia el
Conservatorio Nacional de Música, iba a quemar el último cartucho que tenía. Combatir el recuerdo de Beatriz con lo que más amaba, la música.
Cuando llegó
a la oficina de Gloria su secretaria le dijo que ella lo esperaba en el
auditorio que estaba en el subterráneo del otro edificio.
Así que caminó hasta allá y mientras se
acercaba empezó a escuchar una hermosa voz que interpretaba una canción
desconocida para él, pero que realmente le transmitía nostalgia con un destello
de fuerza y mucha determinación, la misma que se iba haciendo más fuerte a
medida que se acercaba.
Al entrar se
topó con la imagen de una muchacha que derramando toda su alma cantaba con los
ojos cerrados sobre el escenario.
Avanzó
hasta Gloria, quien se encontraba en el centro de las butacas a una distancia
prudencial detrás de todos los alumnos.
Se sentó a
su lado y le apretó la mano en señal de
saludo y ella se lo devolvió de forma cálida, mientras él no podía
despegar los ojos de la muchacha que estaba cantando.
Gloria lo
miró y su boca dibujó una sonrisa de satisfacción.
- Es muy buena, verdad – le dijo ella mientras lo miraba
- Sus transiciones no son tan limpias, pero su voz expresa tantas emociones que te llenan el alma. Qué canción es esa?? – le hablaba sin apartar sus ojos de la muchacha
- Se llama No estoy tan mal y es de Gaby Moreno – le dijo Gloria, revisando sus notas, mientras movía la cabeza
Juan Daniel seguía siendo el mismo, ni siquiera preguntó el nombre de
su alumna sino primero el nombre de la canción.
- Haaaaaa – Juan Daniel estaba hipnotizado con la interpretación que estaba escuchando, de repente se viró y vió a Gloria directamente a los ojos – dime que ella es la alumna de la que me hablaste para las tutorías- en un tono casi de exigencia.
- Si ella es – le dijo con un gesto para que hablara más bajo.
Sasha Villareal |
En ese
momento Sasha terminó de cantar y todos sus compañeros la aplaudieron y hasta
la ovacionaron, ella solo sonrió y agachó la cabeza mientras bajaba del
escenario para que el siguiente alumno subiera.
Sasha
regresó a ver a su profesora y Gloria le hizo una seña para que se acercara.
Caminó hasta
donde se encontraba Gloria con Juan Daniel, en espera de las observaciones que
le iba a hacer su profesora.
Cuando llegó
hasta ellos Juan Daniel no pudo dejar de admirar las hermosas facciones de la
niña casi mujer que estaba frente a él. Era como un capullo de rosa esperando
el momento preciso para florecer.
- Muy bien Sasha, todavía tenemos algunas falencias en las transiciones pero estás mejorando – le dijo Gloria con tono firme casi seco, pero con la calidez instalada en su mirada
- Profesora he estado practicando mucho – dijo Sasha mientras su mirada bailaba entre su profesora y el guapo caballero de tez morena que estaba sentado junto a ella, deteniéndose en él con una expresión interrogativa en su rostro.
- Sasha te presento a Juan Daniel Alcázar, el será tu tutor en lo que resta del año.
La cara de
Sasha era un poema, mientras estiraba la mano para estrechar la de Juanda,
quien la veía con ojos divertidos y una gran sonrisa.
- Mucho gusto – le dijo Sasha mientras sentía como su pequeña mano se perdía dentro de la gran mano de Juan Daniel.
- El gusto es mio… - miró a Gloria para que le ayudara con el nombre de su nueva alumna.
- Sasha Villarreal – se apresuró a decir Gloria al entender su mirada.
- Déjame felicitarte Sasha, tu interpretación ha sido muy buena – le dijo Juan Daniel mirándola directamente a los ojos, ese rostro se le hacía muy familiar pero no lograba recordar donde la había visto.
- Muchas gracias – Sasha bajó la mirada muy confundida, la mirada de Juan Daniel la ponía nerviosa, nunca se había sentido así.
No es normal que un alumno reciba
clases tutelares con tanta antelación al concierto de fin de ciclo, faltan más
de 3 meses. Además no creo ser de los
alumnos más prometedores. – pensó ella.
En ese
instante un muchacho comenzó con su presentación.
Sasha soltó la mano de quien
de ahora en adelante sería su tutor y tomó asiento en una butaca una fila más
adelante que él. Sabía que su profesora
no toleraba distracciones y exigía un trato de respeto entre sus alumnos. Y que más signo de respeto que escuchar la
interpretación de cada uno de sus compañeros como ella quisiera que la
escucharan.
Cuando
terminaron todos los alumnos de cantar, Gloria se levantó para ir al frente del
auditorio, mientras se dirigía a Juan
Daniel y Sasha.
- Pueden salir al pasillo para ponerse de acuerdo en el horario de las tutorías – miró a Juan Daniel – yo recomendaría unas 4 horas semanales.
Juan Daniel
movió la cabeza en señal de afirmación y ella le dedicó una pequeña sonrisa de
afecto, mientras siguió su camino para hablar con el resto de sus estudiantes.
Juan Daniel
se levantó y con un gesto de la mano le dio paso a Sasha, ella caminó hacia
afuera del lugar aún confundida y sintiendo como su tutor la seguía. Se acercaron a la primera banca que
encontraron y se sentaron.
- Qué horario tienes de clases aquí – preguntó Juan Daniel para romper el silencio tan incómodo que se había formado entre ellos.
- Lunes, martes y viernes de 3 a 5 de la tarde – contestó Sasha mirándolo con recelo.
- Después de repasar sus horarios en la mente Juan Daniel le preguntó – podrías venir los miércoles y jueves en el mismo horario?
- Tendría que consultarlo con mi mamá, pero no creo que haya problema – dijo Sasha con una tímida sonrisa.
- Perfecto así podemos empezar lo antes posible. Toma mi tarjeta y me llamas a penas tengas una respuesta – le entregó su tarjeta personal.
- Ok - tomó la tarjeta y se la guardó en la carterita que llevaba cruzada en su hombro.
Juan Daniel
se removió en su asiento, una pregunta le carcomía el cerebro y no estaba
seguro de cómo reaccionaría su nueva alumna si se la hacía. Después de unos segundos tomó fuerza y se
animó a formulársela.
- Puedo hacerte una pregunta? – Le dijo sondeando el terreno
- Claro – dijo Sasha intrigada, alzando sus ojos verdes para verlo.
- La canción que cantaste hace un momento, no es algo que una niña de tu edad escucha, por qué la escogiste?
- Sasha sintió un nudo en el estómago y palideció. De todas las preguntas que aquel chico guapo podía hacerle nunca pensó que sería esa precisamente la que le haría. Se miró los combers que llevaba mientras respiraba profundamente, tomando valor para contestar - Una persona muy importante para mí pasó un momento muy difícil y creo que esa canción lo describe muy bien, quise cantarla por ella.
Juan Daniel
la miró con respeto y admiración, era una respuesta muy sincera y madura, pero
intuía que era una verdad a medias.
- Esa es la canción que piensas cantar en el concierto de este parcial? – preguntó Juan Daniel
- No – contestó ella sin quitar los ojos de sus zapatos.
- Entonces? – le dijo Juan Daniel con un tono de sorpresa mientras buscaba su mirada.
- La canción que quiero interpretar es Yo te extrañaré de Tercer Cielo – alzando sus ojos hacia el mientras erguía la espalda y ponía hacia atrás los hombros. No iba a permitir que su tutor la viera con esa mirada de compasión que ya estaba cansada de ver en todos los que conocían su historia. Ya era suficiente con soportarlo de toda la familia de su padre cada vez que ella y Alex iban a Manta.
Juan Daniel
se sorprendió más, no solo por la elección de Sasha sino también por el
cambio de actitud de su pequeña alumna.
Pero eso
bastó para que su admiración creciera aún más, verla tan pequeña e imaginar por
lo que habría tenido que pasar para llegar a escoger esas canciones y
defenderse con esa actitud.
No quiso
preguntar más, no era el momento.
Sasha
agradeció la forma en como la veía, aunque no sabía que quería expresar, pero estaba segura de
que compasión no era.
Realmente
los dos habían sentido una conexión especial.
Ella sentía que podía confiar incondicionalmente en él y contarle todo
lo que quisiera sin preocuparse de que la juzgara. Mientras él quería protegerla de
cualquier cosa que pudiera lastimarla y solo verla sonreír.
Cada uno por
separado supo que este encuentro era el inicio de algo muy especial.
En ese
momento empezaron a salir todos los alumnos de Gloria del auditorio. Sasha se
puso en pie y estirándole la mano se despidió de JuanDaniel.
- Será un gusto trabajar con usted Profesor Alcázar, a penas hable con mi mamá le llamo a confirmar el horario.
- El gusto será todo mío, Sasha y por favor llámame Juan Daniel o Juanda, eso de profesor me hace sentir muy viejo – y le dedicó una amplia sonrisa.
Sasha
asintió con la cabeza y se marchó con sus compañeras.
Gloria
alcanzó a Juan Daniel y tomándolo del brazo empezó a caminar con él.
- Me debes un café y una historia
- Claro que sí, necesito hablar con alguien – le dijo Juan Daniel mirando al piso – ya estas desocupada?
- Así es, vamos por mi cartera y directo a Sweet & Coffe – contestó Gloria con una tierna sonrisa pero con el ceño fruncido.
Qué
tenía a su hijo putativo tan contrariado???
Una vez más me has hecho llorar con las canciones excelente cap aunque si te soy sincera la palabra que utilizaría es Mierda que Sasha no se enamore de el y el de ello ella es apenas una niña y cuando una niña se enamora de alguien mayor que gusta de su madre se dice que se avecinan problemas ala vista. Te deseo muchos exitos espero hasta el próximo capítulo para saber mas de esta hermosa historia... Dios Estoy en sosobra
ResponderBorrarGuada,
BorrarLa relación que acaba de nacer entre ellos es muy especial, yo también espero que ninguno de los dos termine enamorándose del otro, por mi bien y el de ustedes.
Un beso guerrera
o las vueltas de la vida son muy inesperadas
ResponderBorrarespero el proximo para saber aquien vio bea
en su trabajo y me encanto la coneccion
entre la pequeña y juanda quisas ella sea
la artifice de que juanda se reuna nuevamente
con bea ya lo espero un beso amiga muy
bueno pinta esto tks
Hola Rosa,
BorrarQuien sabe si Sasha termina siendo cupido o la manzana de la discordia.... En el próximo capítulo sabremos quien llega a ver a Beatriz a su trabajo y la descolocad e esa manera.
Un beso guerrera
hola mi niña , me encanta , como el destino empieza hacer sus tramas para que estos 2 se vuelvan a encontrar ,espero ver pronto la cara de ellos cuando sepan quien son en realidad un beso
ResponderBorrarHola mi Rosi,
BorrarSi realmente el destino teje sus redes de una manera extraña, pero todavía faltan algunas cosas para que Juanda vuelva a ver a Beatriz.
Un beso guerrera
Sonia, que Sasha no se enamore de Juanda!!! Que sea como un hermano mayor para ella. Llorare si es asi. Buen cap. sigo!
ResponderBorrarSerá que se enamora???? Quién no se ha enamorado de un profesor en la adolescencia.....
ResponderBorrarUn beso guerrera