jueves, 27 de febrero de 2014

Capítulo 14: Mi Peor Error





Juan Daniel colgó la llamada mientras se recostaba en la hierba a un lado de la pista de atletismo en el Parque La Carolina.



Esa voz, tan dulce y  a la vez tan firme, tan llena de energía y seductoramente sexy, siento que la he escuchado antes.




Mientras recordaba la conversación con la mamá de su pupila se percató que aquella voz había afectado todo su cuerpo, en especial de la cintura para abajo y al incorporarse vio cómo su pantaloneta se levantaba ante él como la carpa de un circo.  Miró a su alrededor para cerciorarse de que nadie lo haya visto, sin saber cómo iba a llegar hasta el parqueadero sin pasar vergüenza por su estado.  Así que trató de relajarse e hizo uso de todas las técnicas de yoga aprendidas para lograr relajarse.

Después de casi treinta minutos logró casi recuperar su estado normal.  Caminó hasta el parqueadero tratando de entender por qué su cuerpo había reaccionado de esa forma tan carnal a un simple recuerdo de una voz sin siquiera conocer a su dueña y si a eso le sumaba todos los sentimientos que había despertado Sasha en él horas antes, estaba empezando a pensar que no había sido tan buena idea esta de tratar de olvidarse de su SEÑORA BONITA dando tutorías.




¿Cómo mi vida se había complicado tanto en menos de una semana?  Yo que siempre mantuve mis sentimientos bien guardados y controlados, que siempre he tenido a cuanta hembra he querido; llega una mujer prácticamente desconocida y en cinco días pone de cabeza toda mi existencia, no puedo seguir así.
¡Reacciona Juanda no seas tan imbécil!




Llegó a su departamento, por suerte no se encontró con Sergio no tenía ánimos para dar explicaciones.  Se duchó, se puso algo cómodo,  se sentó frente al televisor y se puso a ver el partido de la Champions League que transmitía Fox Sport con su cerveza en mano.  Aunque trató de concentrar su atención en el partido no lo consiguió y terminó pensando en que el sábado conocería a la dueña de aquella voz tan sexy en el concierto del segundo parcial del Conservatorio de Música, trabajaría duro con Sasha estos dos días para cumplir lo que le había dicho a su madre y así causarle una muy buena primera impresión.

Se levantó, apagó el televisor y se fue a su habitación; se tiró en la cama, puso sus manos detrás de la cabeza y se quedó mirando al techo.



Mañana será un nuevo día…




Y se quedó dormido.







Esto no puede ser, debo estar soñando o me estoy volviendo loca!!!! 



Beatriz cerró los ojos automáticamente para que su mente dejara de jugarle bromas, pero entonces el contacto de una mano grande y fuerte acunando su rostro le demostró que no era una visión, él estaba ahí frente a ella.

Aunque el temor estaba apoderándose de ella, tomó fuerzas y decidió abrir lentamente los ojos.   Lo primero que vió fue su boca, esa boca que había despertado tantas sensaciones tan desconocidas por ella, esa boca que la había matado y resucitado en segundos tantas veces.  No podía creerlo era como estar en un sueño, el sueño que tanto había deseado que se hiciera realidad.

Subió su mirada hasta llegar a sus ojos, se perdió en el negro profundo de ellos, realmente estaba aquí y la estaba acariciando.  Quería decirle tantas cosas pero no recordaba cómo hablar, solo esperaba que él pudiera entender todo lo que sentía a través de su mirada.

Se quedaron mirando por un largo tiempo, él solo sostenía el rostro de ella con la mano derecha y esta simple caricia llenaba el corazón de Beatriz.  La distancia fue disminuyendo entre ellos, hasta que ella pudo sentir su aliento sobre su rostro, todo pasaba en cámara lenta, lo único que ella deseaba era volver a sentir sus labios y como si él pudiera leer su mente, dibujó esa sonrisa que la desarmaba, la tomó por la cintura para sentir como ella temblaba ante su tacto mientras deslizaba la otra mano hacia su nuca y poseyó su boca de una forma frenética, hasta cierto punto desenfrenada.

A Beatriz la cabeza le daba vueltas, las emociones no la dejaban pensar, pero ese beso era muy diferente a los que había compartido con Big, este era posesivo, totalmente carnal y hasta cierto punto animal, tanto que empezaba a hacerle daño.

Puso sus manos sobre sus pectorales y trató de separarse de él un poco, pero la mano de él en su nuca se lo impedía y por el contrario la apretaba más fuerte contra su cuerpo, el momento había pasado de ser sublime y romántico a un forcejeo desesperado por parte de Beatriz para soltarse del agarre de Esteban, pero él no le daba tregua, al contrario introdujo su lengua en la boca de ella y la invadió totalmente, en la desesperación ella se la mordió.


  • ¡Mierda!  ¿Estás loca? ¡Perra!.... – Gritó Esteban mientras empujaba a Beatriz lejos de él y se tocaba la boca sintiendo el sabor ferroso de su sangre



La espalda de Beatriz pegó contra la pared provocando un sonido seco, pero no le dolió tanto como su corazón; no podía creer lo que había pasado minutos antes y tampoco lo que había escuchado salir de la boca de Big.  Él nunca había sido tosco ni rudo con ella, ni siquiera en la intimidad, peor aún la había insultado en los catorce años de vida matrimonial que habían compartido.

Entonces todo en su mente empezó a ordenarse, ella había enterrado a Big, ella había llorado a Big; casi se vuelve loca al no tenerlo a su lado y ahora aparecía de la nada frente a ella, como si todo siguiera igual.  La felicidad empezó a dar paso a la incertidumbre dentro de su ser.



  • ¿Por qué? – fue lo único que logró que saliera de sus labios, antes de que un inmenso nudo se apoderara de su garganta y las lágrimas empezaran a escapar de sus ojos.
  • ¿Por qué, qué? – increpó Esteban con la mandíbula apretada mientras se acercaba a ella como un depredador a punto de cazar a su presa, con la intención de arrinconarla.




Beatriz se dio cuenta y por milésimas de segundos logró escabullirse de las intenciones de Esteban y empezó a correr con dirección a su edificio, no paró hasta que alcanzó a ver la puerta de ingreso a lo lejos, entonces empezó a aminorar el paso hasta que llegó caminando hasta la garita del guardia de la portería.  En ese momento le asaltó una pregunta – ¿Y si Esteban la había seguido hasta ahí, y si se le ocurría aparecer en el departamento, qué les diría a sus hijos?

Regresó a ver aterrada a la dirección por donde había llegado pero la calle estaba desierta.

Trató de tranquilizarse mientras subía en el ascensor hasta el departamento, entró y fue a despertar a sus hijos.  Hoy era “Miércoles de pancakes” pero no estaba de ánimo para hacerlos así que puso encima del desayunador dos platos hondos con sus respectivas cucharas, sacó la leche de la nevera y el cereal de la alacena y se fue a darse un baño, muy confundida.

Cuando Sasha y Alex salieron listos para irse al colegio y en lugar de encontrarse con su madre lo hicieron con los platos y el cereal, supieron que era uno de esos días en que su mami no se encontraba muy bien.  Desayunaron, dejaron todo lavado y recogido y salieron a esperar a Braulio, su transporte contratado, para que los lleve al colegio.





***

Esteban Villarreal

Esteban miró como Beatriz corría como alma que lleva el diablo y se alejaba de él sin mirar atrás.  Le encantaba esa mujer, sentirla entre sus brazos le había hecho recordar porque regresó al Ecuador desde su autoexilio en una isla paradisíaca del Caribe.  A pesar de poder tener a cuanta mujer quisiera, su mente y su cuerpo se habían obsesionado con Beatriz y eso lo estaba volviendo loco.

Pero ahora él ya no podía seguir fingiendo ser el esposo comprensivo y cariñoso que ella había conocido hasta meses antes, su deseo por ella era salvaje, era animal y necesitaba saciarlo a como diera lugar.  

Ella era suya y aunque él no la había marcado como a su mercancía, ella le pertenecía;  se había asegurado de ser el primer hombre en su vida y de que solo conociera sus caricias, la había moldeado a él, la había amaestrado para su deleite y satisfacción.  Beatriz era solo suya y siempre sería así, solo la muerte podría apartarla de él.

Caminó hacia el auto que estaba parqueado en la esquina, donde lo esperaba Brutus su mano derecha, una mole de piel tan oscura como la noche, con los brazos llenos de tatuajes y un inmenso cristal simulando un diamante en la oreja izquierda, su mirada intimidaba hasta a los clientes más valientes.  Esteban se subió al asiento del copiloto.


  • Arranca Brutus – ladró Esteban
  • ¿La seguimos jefe? – pregunto el grandulón mientras el carro empezaba a caminar.
  • No, ya sé a dónde va.   Vamos de regreso a la casona.


El auto tomó la vía rápida y se encaminaron al valle, ahí era donde Esteban tenía el pilar principal de su negocio, una casa de subastas para sus más exclusivos clientes.  Mientras llegaban a la casona Esteban pensaba cuál sería su siguiente movimiento, y una risa siniestra se dibujó en su rostro.





Eres mía Beatriz, solo mía y no puedes escapar de mí.  Si quieres jugar al gato y al ratón pues bien, así lo haremos.
 De todas maneras siempre el gato termina comiéndose al ratón. 






***

Beatriz entró al baño se empezó a desvestir y no pudo más.  Se sentó en el filo de la bañera semidesnuda, su cabeza estaba trabajando a mil por hora; no estaba segura de si lo que había vivido minutos antes fue real o todo era producto de su imaginación – Acaso me estoy volviendo loca????

Tenía miedo de recordar todo el infierno que había vivido meses antes con la muerte de Esteban, pero debía hacerlo, tenía que aclarar su mente, sino esta vez sí terminaría en un manicomio.

Terminó de desvestirse, prendió la radio y se metió bajo el agua con determinación, y empezó a recordar; el socio de Esteban había sido quien se encargó de todos los trámites de la morgue  y los servicios exequiales, nunca había visto su cuerpo, no había querido verlo.  Nadie lo había visto, les dijeron que estaba desfigurado y que era mejor  dejar el ataúd cerrado, a pesar de las súplicas de su suegra de ver por última vez a su hijo.  En ese instante escuchó la voz de Alejandra Guzmán en la radio cantando Mi peor error. 




¿Eso había sido Esteban en su vida? ¿Lo había amado con todas sus fuerzas y él no?




Sintió como se formaba una opresión en su pecho, era como si alguien se lo estuviera aplastando contra la espalda y esta sensación empezó a subir por su cuello.  Cada vez le resultaba más difícil respirar, la habitación empezó a darle vueltas y en ese momento supo que un ataque de pánico estaba empezando a dominarla.  Cayó de rodillas en el piso de la ducha mientras trataba de respirar, pero las imágenes del funeral se mezclaban en su cabeza junto con el recuerdo de lo vivido horas antes.  Las lágrimas brotaban de sus ojos sin parar y por más que intentaba respirar profundamente por la nariz no lo conseguía, sentía que en cualquier momento iba a perder el conocimiento.




¿Cómo Big pudo hacerme esto? ¿Por qué no confió en mí? ¿Por qué me expuso a este calvario?¿Por qué hizo esto, en qué podía estar metido que fuera tan grave como para fingir su muerte?




Con esa última pregunta, sintió un dolor tan desgarrador que de su garganta salió un grito desesperado y con él la incertidumbre salió despavorida de su mente y en su lugar empezó a aparecer una chispa de rabia y rencor hacia el hombre que una vez había despertado en ella los más puros y hermosos sentimientos.

Empezó a tranquilizarse, se limpió la cara de las lágrimas, limpió su nariz, terminó de bañarse y salió decidida a encontrar las respuestas a sus preguntas.  Se arregló y salió a la oficina, si antes su vida giraba alrededor de Esteban ya no más, ella había empezado a construir una nueva vida sin él y lo iba a seguir haciendo.



Cuando llegó a la oficina, esta ya estaba abierta y en su escritorio se encontró con una muchacha rubia muy hermosa y con cuerpo de modelo.



Solo esto me faltaba, quedarme sin trabajo!!!!



Se acercó con cautela a la usurpadora de su puesto y la saludó.

  • Buenos días – dijo Beatriz sin quitarle los ojos de encima
  • Buenos días, en qué puedo ayudarla? – contestó la rubia con una sonrisa en los labios.
  • Soy Beatriz Vinueza y trabajo aquí –  o trabajaba no lo sé – esto último lo pensó mientra se apresuró a informar a la modelo.
  • Mucho gusto Sra. Vinueza, yo soy Sharon.  Don Rafael la está esperando en su oficina, dijo que apenas llegue vaya directamente a hablar con él – le estiró la mano en señal de saludo.
  • Beatriz se la apretó por cortesía, pero estaba casi segura que desde ese momento pasaría a ser parte de la lista de desempleados – Gracias.

Todo es mi culpa, ayer me tomé toda la tarde para comer con Mario.  No, es culpa de Mario… - pensaba mientras caminaba hasta la oficina de su jefe.




Su corazón latía más fuerte que un bombo en desfile cívico, tocó la puerta y esperó a escuchar que Rafael la dejara pasar.


  • Permiso don Rafael, buenos días.  ¿Usted quería hablar conmigo? – entró Beatriz muy nerviosa y sin poder ver a los ojos a su jefe, si lo hacía sentía que iba a llorar de seguro.
  • Si Beatriz, buenos días.  Pasa toma asiento – Rafael la saludó, mientras le indicaba la misma silla que días antes había ocupado cuando le ofrecieron un ascenso.
  • Gracias – Los labios de Beatriz se estiraron en una especie de sonrisa, por la ironía del momento.
  • Me imagino que ya conociste a Sharon, ella será nuestra nueva recepcionista – él la miraba estudiando cada una de sus reacciones.
  • Si, ya la conocí – se quedó callada pero sabía que si no hablaba ahora después sería muy tarde – Don Rafael siento haberme tomado la tarde de ayer, sé que ha sido un abuso de confianza de mi parte después de la responsabilidad que usted me ha dado.  Pero realmente deseo seguir trabajando con usted.  Le aseguro que no se va a volver a repetir.
  • ¿Hija, de qué me estás hablando? – le preguntó Rafael un poco consternado por el pequeño discurso de Beatriz, pero al ver sus ojos lo entendió todo – No, Beatriz no te estoy echando, sino por el contrario soy consciente de todo lo que conlleva realizar este proceso y sé que no podrás con eso y la recepción.
  • ¿Entonces? – fue lo único que pudo decir Beatriz mientras respiraba aliviada
  • Pues por el momento te hemos adecuado un pequeño escritorio en el cuarto de archivo, sé que no es muy cómodo pero será solo provisional hasta que llegue tu módulo, compartirás la oficina con Carlos, espero no te moleste – Rafael la miraba con una chispa de diversión en sus ojos, nunca pensó que ella se imaginara que la iba a despedir.
  • Eso quiere decir que…. – toda la cara de Beatriz se iluminó y una amplia sonrisa se dibujó en sus labios.
  • Que desde hoy eres oficialmente una asesora de selección – Rafael se apresuró a completar la frase, se sentía muy orgulloso de ella y sabía que esta era una excelente decisión tanto para la empresa como para su colaboradora.
  • No sé que decir Don Rafael, me he quedado sin palabras
  • Gracias, estaría bien  - dijo Rafael mientras le sonreía enseñando toda su dentadura – lo único que te voy a pedir es que asesores a Sharon hasta que ella coja el ritmo de trabajo.
  • Por supuesto, no faltaba más.  Cuente con eso. – Beatriz no cabía de la felicidad, esto era un gran paso para ella.
  • Bueno, vamos a conocer tu nueva oficina provisional – Rafael se levantó y le dio pasó a Beatriz para salir de su oficina.
  • Cuando estuvieron cerca, Beatriz tuvo un impulso de gratitud y le dio un abrazo a Rafael, a quien le tomó desprevenido esta muestra de afecto – Muchas gracias, haré todo para no defraudarle don Rafael.



 Mientras salían de la oficina de Rafael, Sharon los alcanzó a ver.





  • Sra. Vinueza – se apresuró a decir
  • Dime Beatriz por favor – contestó Beatriz
  • Beatriz, esto acaba de llegar para ti – Sharon tomaba el hermoso arreglo floral de liliums blancas que acababa de entregarle un mensajero.
  • Muchas gracias Sharon – Beatriz las tomó, realmente eran hermosas.  Buscó alguna tarjeta que le dijera quién se las había enviado pero otra vez no encontró nada. - ¿Quién las trajo? – preguntó.
  • Un mensajero, ¿Por qué, no tiene tarjeta de dedicatoria? – se interesó Sharon
  • No, no la tiene – contestó Beatriz en un susurro, mientras fruncía la frente y el corazón se le encojía.
  • Tal vez tienes un admirador secreto – se apresuró a comentar Rafael.
  • Si, tal vez – esta situación realmente  la estaba incomodando.




jueves, 20 de febrero de 2014

Capìtulo 13: Exótica

Cuando Beatriz entró en su departamento Tita todavía estaba ahí. 

Tita había empezado a trabajar en la casa de sus padres cuando Beatriz era una adolescente, había organizado los 15 años de Cristal y se había emborrachado con Jesús cuando este se incorporó de Comunicador, bueno Jesús la había emborrachado; había visto nacer a Sasha y Alex.  Tita no era una extraña, era parte de su familia, había llorado la muerte de Esteban e incluso había llegado a bañarla cuando ella había tocado fondo.  Cuando sus padres se fueron a disfrutar su jubilación viajando por todo el mundo y luego se radicaron en Brasil, Jesús se la jaló para que se encargara de su departamento y el de Cristal, aunque ella nunca pasaba en él.  Cuando él se fue a España ella se quedó con Beatriz, iba una vez por semana a limpiar el departamento de su hermana y a regar las plantas, pero la mayor parte del tiempo lo pasaba con ella, mejor dicho con sus hijos hasta las 5 de la tarde que se iba para su casa. 


  • Buenas tardes Tita – la saludo.



  • Buenas tardes Beatriz, qué hace aquí tan temprano?? – contestó la señora que llevaba un delantal de flores y un pañuelo rojo atado a su cabeza, mientras dejaba lo que estaba haciendo y le traía un vaso con jugo de naranja.



  • Si, hoy me han soltado temprano – le dijo mientras le guiñaba un ojo y se tomaba el jugo de naranja.  Que haría ella sin Tita, era su ama de llaves, su secretaria, su niñera, su cocinera; en pocas era su mano derecha en la casa.  Gracias a ella Beatriz podía trabajar tranquila a sabiendas de que sus hijos estaban en excelentes manos.



  • Eso está bueno, a veces trabaja demasiado – añadió Tita.



  • Mmmmm huele muy bien – comentó Beatriz mientras se acercaba a la cocina y se sentaba en uno de los taburetes altos que estaban junto al desayunador.



  • Espero que hoy no me dejen con la comida hecha como ayer – le reprochó Tita.



  • _Beatriz sonrío y no tuvo más que decirle – es que ayer estábamos de celebración.



  • Así??? Y no me invitaron??? – Tita cruzó los brazos haciéndose la ofendida – bueno tampoco es que me guste la pizza, mejor es celebrar con un encocado de camarón o con una torta de pescado… - y rió – pero cuénteme cuál fue el motivo del festejo



  • Se puede decir que me ascendieron – dijo Beatriz llena de orgullo



  • Felicitaciones Beatriz, ya era hora y si eso la va a traer a esta hora todos los días pues mucho mejor – le dijo Tita mientras le daba un abrazo




  • No lo creo mi Tita, hoy ha sido una excepción – le dijo Beatriz mientras le apretaba la mano con cariño – voy a sacarme esta ropa, darme un baño y ya vengo para ayudarte a poner la mesa.



Se fue a su cuarto y mientras se metía en el chorro de agua empezó a recordar todo lo que había pasado en ese día, eran muchas cosas.  Las flores que le habían llegado, la mañana productiva de trabajo que había tenido y la tarde que había compartido con Mario.  Ahora lo veía con claridad, él se había tomado la tarde para compartir con ella por….  ¿Cómo había dicho él??? – el gran avance que habían logrado.  Sentía como si lo conociera de toda la vida. Se alegraba de haber aceptado su invitación a almorzar, aunque era consciente de sus verdaderas intenciones. Ya las enfrentaría a su tiempo.

Salió de la ducha se envolvió el cuerpo con una toalla y con otra el cabello y se detuvo frente a su imagen en el espejo del baño,  no podía creer que estuvo a punto de besarse con Mario, eso no podía volver a repetirse era como darle alas a sus intenciones  y en un impulso de su conciencia le pidió perdón a Esteban por lo que casi había pasado.

Se puso ropa cómoda y salió a ayudarle a Tita con la mesa, pero esta se le había adelantado y ya tenía todo listo. 

Entonces sonó el timbre y ella corrió a abrir la puerta, sabía que era uno de sus hijos y quería sorprenderlo. 

Abrió la puerta y la sorprendida fue ella, ahí estaban los dos amores de su vida parados.


  • Mamá!!!!!!! – gritaron al unísono



  • Sorpresa!!!!! – dijo ella

Se abalanzaron hacia ella y la besaron uno a cada lado de sus mejillas.

  • Que linda sorpresa – dijo Sasha.



  • Que sean más seguidas por favor – acotó Alex



  • A claro como mamita está aquí se olvidan del beso a Tita no??? – se escuchó una voz de supuesto reproche  que salía de la cocina.



  • Claro que no – contestó Sasha mientras se acercaba y le daba un beso  y un abrazo a su niñera.



  • Después nos dejas sin comida – le dijo Alex mientras abría los brazos y caminaba en dirección a Tita para abrazarla.



  • Huy no por favor, anda báñate primero, estás todo sudado de la práctica – decía Tita mientras se aplastaba la nariz con el dedo índice y el pulgar de una mano y con la otra le impedía que no se acercara más a ella.




Beatriz reía al ver el espectáculo que ese par estaba dando.  Alex se fue riendo a bañarse, mientras Sasha se sentó en la misma silla alta que había ocupado su mamá momentos antes a esperar que su hermano saliera para comer.

Beatriz miró a su hija... 


Cómo pasaba el tiempo,¿Cuándo había dejado de ser una bebé para convertirse en la hermosa jovencita que tenía enfrente?


Se sentó junto a ella.

  • Cómo estuvo tu día?? -  le preguntó mientras le servía un vaso de jugo de naranja.



  • Bien mamá – no sabía por qué estaba nerviosa



  • ¿Y el ensayo del concierto, qué tal??? – Beatriz se dio cuenta que algo le pasaba a su hija e iba a descubrir que era.



  • Muy bien, mis compañeros me felicitaron…. Y la profesora Gloria… - era ahora o nunca – me asignó un tutor para que me ayude el resto del ciclo



  • Beatriz se sorprendió, ella sabía que las tutorías empezaban el último mes de clases y solo eran para aquellos alumnos que realmente prometían, su cara se iluminó con una gran sonrisa llena de orgullo – ¡Felicitaciones mi amor, eso significa que Gloria cree que tienes potencial!!!!

  • Así parece – contestó Sasha algo confundida



  • ¿Qué ocurre, cuál es el problema???? – Beatriz la miró y le tomó por la barbilla para ver que le decían los ojos de su hija



  • No lo sé mamá, sé que es un privilegio que la profe me haya escogido para las tutorías, pero también es muy raro que empiecen con tanta antelación – prefirió no comentarle lo guapo que era su tutor ni nada por el estilo



  • Mi vida, si ella te ha asignado un tutor debe ser porque ve algo especial en ti y tú debes aprovechar esta oportunidad que te está brindando – le decía Beatriz mientras tomaba las manos de su hija entre las suyas y se las acariciaba con cariño – ¿y quién es tu tutor???



  • _Sasha bajó la vista y sacó de su carterita la tarjeta que Juanda le había dado – se llama Juan Daniel Alcázar, nunca lo había visto por el conservatorio, pero dicen mis amigas que es uno de los mejores tutores y que normalmente solo da clases a alumnos de último año.



Beatriz tomó la tarjeta que su hija le entregaba, la vió y le dio la impresión que ese nombre se le hacía conocido pero no lograba recordar de dónde, mientras Sasha seguía explicándole.

  • La profesora Gloria cree que debo recibir 4 horas semanales de tutoría, así que él me ha preguntado si puedo ir los miércoles y jueves en el mismo horario de mis clases, yo le he dicho que debía consultarlo contigo y que le llamaría para darle la respuesta – se quedó viendo expectante a su madre en espera de una respuesta favorable.



  • _Beatriz la vio e hizo un ademán como si estuviera analizando su respuesta, luego sonrió y le dijo – claro que si mi amor, pero si me gustaría hablar primero con él para saber aunque sea como es su voz. 



  • Claro ma, es más quédate con la tarjeta que yo ya he guardado su número en mi celular, si quieres lo llamamos ahorita mismo para confirmar las clases – dijo Sasha emocionada mientras tomaba su celular y buscaba el número de Juan Daniel en el directorio y lo llamaba.



Empezó a timbrar y cuando ella creía que ya iba a saltar el buzón de voz, Juan Daniel contestó

  • Alo – dijo agitado sin saber de quién era el número que estaba llamándolo.



  • Profesor, le habla Sasha – dijo ella un tanto nerviosa



  • Hola Sasha, ya te dije que me digas Juan Daniel  - contestó él con una sonrisa



  • Está bien – dijo ella – mi mamá quiere hablar con usted se la pongo



  • Claro – dijo él un poco sorprendido y algo fastidiado. 




Por eso siempre le pedía a Gloria que le diera a los alumnos de último año, para evitar estas conversaciones engorrosas.


  • Aló  profesor Juan Daniel, soy la madre de Sasha solo quería agradecerle el tiempo que le va a dedicar a mi hija  - habló una Beatriz con las emociones a flor de piel – sé que ella no los va a defraudar ni a usted ni a la profesora Gloria



  • Juan Daniel se quedó impactado por las emociones que aquella voz femenina transmitía, ahora sabía de dónde Sasha la había sacado y se sorprendió aún más al darse cuenta como su cuerpo reaccionaba al escucharla – no tiene de qué agradecerme es un placer para mí trabajar con alguien que ama la música tanto como yo  y téngalo por seguro que daré lo mejor de mí para que su hija sea una artista de excelencia.



  • _Esa voz, dónde la había escuchado????? pensó – De nuevo muchas gracias, desde cuándo empezarían las tutorías? – preguntó Beatriz



  • De ser posible mañana mismo  – contestó Juan Daniel



  • Muy bien. Ha sido un gusto hablar con usted, espero poder conocerlo en persona en algún momento



  • El gusto es mío, Señora de Villarreal, yo espero lo mismo – le contestó Juan Daniel



  • Hasta luego




  • Adiós


Beatriz cortó la llamada, pero esas últimas palabras la hicieron temblar, hace mucho tiempo que nadie la llamaba así.  Le devolvió el teléfono a su hija y le sonrió.


  • Ahora solo queda hablar con Braulio para que te lleve también los martes y jueves – le dijo a su hija y le dio un beso en la frente.


  • Gracias mami, eres la mejor – Sasha la abrazó muy contenta

En ese momento apareció Alex listo para comer y al ver el abrazo de madre e hija corrió hacia ellas y se unió a la muestra de afecto.   Al fin sentía que empezaban a tener una vida normal, era increíble ver a su madre sonreir y poder disfrutar otra vez de su amor y complicidad.

Mientras comían Beatriz recordó el regalo que había recibido esa mañana.


  • Chicos muchas gracias por las flores. – comentó a sus hijos con una inmensa sonrisa


  • ¿Cuáles flores? – preguntó Alex con un destello de celos en sus ojos.


  • Las que me han enviado a la oficina por mi ascenso – contestó Beatriz con toda tranquilidad


  • Mami nosotros no te hemos enviado nada – se apresuró a comentar Sasha con la cara llena de asombro – ¡no me digas que tienes un admirador secreto! – gritó de la emoción mientras Alex la fulminaba con la mirada


  • No lo creo hija – negó Beatriz mientras movía la cabeza y veía el cambio de actitud de su hijo – si no fueron ustedes debió haber sido Jullissa  de seguro – comentó al tiempo que quería convencerse de sus propias palabras.  Este asunto de las flores estaba empezando a inquietarla de verdad.

La comida continuó sin mayores comentarios, al terminar los chicos ayudaron a recoger la mesa mientras Tita dejaba todo reluciente.  Beatriz se fue para su cuarto, con su jarro de café en mano, tenía tanto trabajo que no sabía por dónde empezar, trataba de organizar sus ideas cuando vio a sus hijos dirigirse a sus respectivos cuartos a hacer las tareas.  Empezó a trabajar en su computador y una vez que hubo cogido ritmo el mundo exterior desapareció para ella.


Cuando se dio cuenta ya era de noche y sus hijos entraron a su habitación ya con pijamas.


  • Ma buenas noches – Sasha se acercó y le dio un beso que Beatriz devolvió.


  • Buenas noches mi amor.


  • ¿Mami puedo dormir hoy contigo? – de un salto Alex se acurrucó a su lado.


  • A no, si él duerme contigo yo también quiero – se apresuró a protestar Sasha mientras giraba sobre sus talones y se regresaba de la puerta del cuarto, pegando una carrera y acurrucándose al otro lado de Beatriz.


  • ¿No creen que ya están grandecitos como para dormir con mami? – dijo Beatriz mientras los abrazaba - además me siento como un pedazo de queso en medio de dos panes…


  •  Alex miró con complicidad a su hermana y esta lo entendió enseguida, al darse cuenta Beatriz quiso salir del medio sin éxito – ¡no, no se atrevan!


  • Sincronizados los hermanos gritaron al unísono - ¡SANDUCHE! – Y aplastaron a su madre en un abrazo lleno de amor. 


  • Al verse atrapada Beatriz empezó a hacerles cosquillas como pudo, logrando escapar del gran abrazo, se sentó al pie de la cama tratando de poner cara de enfado, pero no pudo – Esto es la guerra, ahora conocerán el poder de….. LA GARRA – mientras levantaba sus manos y se abalanzaba a ellos con otro ataque de cosquillas, pero no fue suficiente, eran dos contra uno.


  • Me rindo, me rindo – gritó Beatriz casi sin aire, al no poder parar de reir.

Los muchachos se separaron de ella, le dieron un beso en la mejilla cada uno y satisfechos con su labor se encaminar a sus cuartos mientras le dijeron al unísono  

  •  ¡Hasta mañana mami, que sueñes con los angelitos!

Beatriz los miró alejarse con una enorme sonrisa que reflejaba lo feliz que se sentía y  todo el amor que tenía por esos dos muchachos que para ella siempre iban a ser sus pequeños.
 Se puso su pijama y se acostó agotada, no tardó en quedarse dormida.



****
Abro los ojos y todo es tinieblas, un frío helado me envuelve y por instinto me abrazo a mi misma, el vacío en el centro de mi pecho empieza a hacer su aparición y esta vez se extiende hasta el último centímetro de mi cuerpo y las lágrimas empiezan a salir una tras otra empapando mi rostro.
  Entonces escucho a lo lejos pasos que poco a poco se acercan y se detienen delante de mi.  La oscuridad es tan densa que por más que intento ver quien es la persona que está enfrente no lo consigo, pero siento como aquellas manos, tan conocidas ya por mí, acarician mi cabello y bajan por mi cara limpiando mis mejillas de las lágrimas, siguen por mi cuello y siento las yemas de sus dedos recorre mis tendones y mi clavícula para posarse sobre mis hombros, su tacto es tan caliente que mi piel empieza a quemar por donde van pasando.  Empieza a bajar por mis brazos deshaciendo mi abrazo, llega a mis muñecas, pone mis palmas hacia arriba,  las lleva a sus labios y las llena de besos suaves y tibios.  Entonces guía mis manos hasta dejarlas alrededor de su cuello, y siento el calor que todo su cuerpo emana. Se acerca más a mí mientras retrocede con las yemas de sus dedos el camino ya recorrido sobre mis brazos hasta los hombros. En ese momento siento su aliento en mi oído mientras me dice “Tranquila, al fin te encontré y no voy a volver a perderte, nunca volverás a estar sola”. Esa voz es tan sensual, tan embriagadora que dispara una corriente de electricidad desde mi oído hasta el centro de mi ser. Besa el lóbulo de mi oreja, mi mejilla y la comisura de mis labios.  Mi respiración se agita y sin ser dueña de mi cuerpo mis manos se aferran a su nuca y solo espero volver a sentir sus labios, pero esta vez sobre los míos.  Lo siento recorrer mi rostro dejando un reguero de besos a su paso, sobre cada uno de mis ojos, mi frente, mi mejilla hasta que llega a mi otro oído y vuelvo a escuchar esa maravillosa voz “No volverás a llorar, aunque me gaste la vida en ello”.  Inmediatamente toma mi boca entre sus labios de la forma más tierna y sensual que jamás he sentido  y  todo mi ser se vuelve de gelatina, mi respiración cada vez se acelera más mientras mis manos se entierran en su cabello y siento como sus manos recorren mi espalda con movimientos suaves y sinuosos que van dejando vetas de inmenso calor sobre mi piel y el centro de mi ser se siente como un volcán a punto de hacer erupción.

***



El sonido de su celular la despierta, está tan agitada, tan caliente y para su sorpresa empapada.  Eran las cuatro y media de la mañana y necesitaba su sesión de baile, más aún después de ese sueño.


Dios, hace tanto tiempo que no me sentía así…. Vuelven esas manos y ahora esa voz.  ¿Dónde la he escuchado?


Se levantó y se metió en el baño, normalmente no solía bañarse antes de salir al gimnasio pero esta vez lo ameritaba.  Bajo el chorro de agua siguió sintiendo esa agradable sensación en su vientre mientras recordaba las palabras de su sueño.  De repente se quedó como una estatua y se tapó la  con la mano mientras sus ojos se abrían como un par de platos.

Esa es la voz que escuché por teléfono cuando hablé con el tutor de Sasha!!!!!  Esto no puede ser, por qué tengo estos sueños y con esa voz precisamente???

Salió de la ducha pensativa, se vistió con su ropa deportiva y se dirigió al gimnasio. Le encantaba Quito a esa hora, la luz que alumbraban las calles le daban una sensación de tranquilidad, hasta podía escuchar a uno que otro pajarito mañanero haciendo de las suyas por ahí. Sentía que estaba presenciando como la ciudad despertaba a un nuevo día.






Llegó al gimnasio saludó a David y subió a la sala de aeróbicos, en ese momento se dio cuenta que había olvidado su Mp3, para su suerte alguno de los instructores había dejado olvidado el suyo así que lo puso y esperó para ver con qué clase de música se encontraba.  La música empezó a sonar y la voz de Priyanka Chopra le envolvió los sentidos, esa canción reflejaba como se sentía en ese momento, más caliente que los trópicos y cuando Pitbull hizo su entrada ella ya estaba perdida en los acordes de la melodía.  Bailó casi por cuarenta minutos a un ritmo desenfrenado y terminó exhausta pero satisfecha, se hidrató mientras esperaba que su cuerpo se enfriara para poder salir al frío de la mañana.

De camino al departamento tuvo la sensación de que la seguían y aunque varias veces se viró para ver si se encontraba con alguien detrás de ella, el camino siempre estaba vacío. Esa sensación la estaba poniendo muy nerviosa, cuando curvó en una esquina mientras miraba sobre su hombro para confirmar que no había nadie, se dio contra una pared humana, su rostro se estrelló contra un grande, duro y fuerte pectoral.


  • Perdón, lo siento venía distraída – se disculpó al tiempo que levantaba la vista.

Automáticamente dejó de respirar, su corazón se detuvo y sintió que todo su cuerpo perdía las fuerzas.



Esto no puede ser, debo estar soñando o me estoy volviendo loca!!!!